lunes, 20 de abril de 2020

Un mes de cuarentena

Hoy se cumple un mes de la cuarentena por el coronavirus. Nunca supe bien por qué le decían cuarentena, pero ahora que vamos a llegar a los 40 días tiene sentido.
Haciendo una reflexión de estos días me dí cuenta de que fui pasando por emociones o estados de ánimo: días con mucha energía, días normales, días que no me dieron ganas de nada. Los primeros los aproveché para ordenar placards, y cuando terminé con todos los ambientes de la casa, empecé a hacer algunas manualidades de cosas que necesitaba. Los días normales hacía vida normal (valga la redundancia) aunque obviamente sin salir mucho. Y los días que no me daban ganas de hacer nada igual tenía que levantarme y sacar a mi perro, cocinar, limpiar y ordenar un poco el caos que dejé los días de mucha energía. Otra cosa que me di cuenta, que lo voy a tratar de cambiar es que como estoy en casa cada vez que saco algo lo dejó tirado y cuando hago manualidades saco muchas cosas y después me encuentro con que toda la casa es un desastre. Pero bueno, también es cierto que después tengo para entretenerme haciendo orden. Aunque no es lo que más me divierte.
Otra cosa que descubrí es que en You Tube hay tutoriales de todo para hacer con materiales reciclados, así que se los recomiendo: cuando se les termine una conserva o una caja de cartón o lo que sea busquen que hay para hacer con eso. Y más si tienen chicos, ellos van a estar felices. Y también entretenidos.
Aprovechen este tiempo para lo que les guste hacer y que nunca tienen tiempo. No piensen en grandes cosas, sino en pequeñas satisfacciones que nos ayudan a que nuestros días pasen más rápido y más felices.
Cada vez falta menos y todo va a volver a la normalidad, aunque con muchos cambios.

domingo, 5 de abril de 2020

Andrés

¿Conocen a Andrés? Seguro que sí. Ese molesto que viene una vez por mes, a algunas las visita siempre, a algunas nunca, a algunas siempre para la misma fecha . . . con algunas es amoroso y con otras odioso.
En cuarentena y todo vino. Llegó tarde esta vez, una semana tarde. Se preguntarán si estaba preocupada. En absoluto, pensé que zafaba de su presencia. ¡Ah! ya entiendo. Si estaba preocupada de estar embarazada dicen. No, no, no, imposible. Hace meses que no tengo sexo. Bueno, en realidad no mucho, pero dos sí, y la última vez de penetración nada. A  mi "amigo" se le subía y le bajaba como un subibaja, esos de la plaza para niños. Y yo no creo en el espiritú santo, ni siquiera profeso el catolicismo y estoy muy lejos de parecerme a María Magdalena. Así que no, embarazo super descartado. Y si me tocaba feliz de la vida: Me encantaría un bebé. Pero a mi edad difícil que pase.
Pero, una tardecita después de un día molesto, en el que tuve ganas de dormir todo el día, apareció de imprevisto.
Yo estoy acostumbrada a que venga siempre en la misma fecha y temprano a la mañana. Cuando me levanto me suele dar los buenos días dulcemente, más tarde recién empieza a ponerse molesto. Me hace doler la parte baja de la espalda, especialmente la parte baja. Me deja agotada. Y no se queda uno o dos días sino una semana. ¡Una semana!
Es molesto, enchastroso y siempre sale con algo nuevo, y no por nuevo bueno. Pero bueno, es saludable que venga todos los meses y por eso hay que darle la bienvenida, ¿no?.
¿Cómo te trata Andrés a vos?