jueves, 3 de noviembre de 2011

¿Queremos o nos conviene?

Muchas veces nos encontramos en situaciones en las que no queremos estar, en las que preferiríamos y definitivamente elegiríamos no estar. Sin embargo, estamos. ¿Por qué?
La respuesta no es simple ni única, pero supongo que todos llegaremos a la conclusión de que estamos en esa situación que no queremos o hacemos algo que no queremos porque eso nos permite otra cosa que sí queremos. Para dar la explicación del por qué desarrollaríamos una cadena impresionante de cosas que hacen que nuestra respuesta sea lo más clara posible.
Ahora, la pregunta es, ¿cuántas veces esa cadena es realmente cierta, y cuántas está compuesta de excusas o justificaciones por las cuales nos convencemos a nosotros mismos de que estar en determinada situación o hacer eso que no queremos es lo que necesitamos para lograr nuestro objetivo? ¿Es realmente un eslabón que necesitamos? ¿Nos conviene?
Porque si no es un eslabon que necesitamos y tampoco nos conviene, y tampoco lo queremos, ¿por qué lo hacemos? ¿por qué estamos ahí?
¿Es preferible hacer algo antes que nada? ¿O es mejor esperar la situación o el momento adecuado para dar otro paso en nuestro camino?
Son preguntas, que a veces son difíciles de responder, pero que en otras ocaciones son tan simples. Y a pesar de eso siempre hay que intentar responderlas, más cuando hay que elegir una situación. Porque muchas veces, al no poder doblegarnos, tenemos que elegir y ahí es donde la encrucijada se complica y nos cuestionamos, aún más, qué nos conviene, qué queremos hacer.

Lo bueno es seguir nuestro camino. A veces daremos pasos seguros, otros no tanto, otros de los cuales preferimos no haber dado . . . y estos últimos nos hacen tardar un poco más en llegar a nuestra meta . . . pero de todas maneras tenemos que saber que con confianza y perseverancia llegaremos. Es importante aprender a disfrutar cada uno de esos pasos, saber descansar cuando es necesario, acompañarnos de personas que nos apoyen, nos estimulen, y nos ayuden a levantarnos cuando sea necesario. Pero también es importante saber que puede haber obstáculos, puede haber retrazos, caídas, retos, para así afrontarlos de la mejor manera. Y siempre tener los ojos, oídos, y mente abiertos, porque hay cosas que no tenemos en cuenta, que pueden surgir, o se pueden cruzar personas o cierta información que nos pueden ser muy beneficiosas o útiles para llegar a donde queremos. Así que caminemos, caminemos, caminemos . . . miremos para adelante para ver cuánto nos falta, pero también para atrás para ver todo lo que hemos recorrido. Y no dejemos de ver a los costados, que allí están las personas que nos acompañan en nuestro camino y bajo la manga, todos los recursos que tenemos.

¡Adelante!

No hay comentarios:

Publicar un comentario