¿Lo último que se pierde es la esperanza?

Dichos . . . ¿son sólo eso? ¿Habrá sido un consejo que se dio alguna vez?
Es difícil medir la esperanza, saber cuánto dura, y si realmente es lo último que se pierde. Pero creo que a veces tenemos mucha, quizá demasiada, y la vamos perdiendo poco a poco. Otras veces, tenemos poca, y a medida que pasa el tiempo se va incrementando. Y varias veces la esperanza varía, tiene sus ciclos, semanas, días, en que es alta y otras baja. ¿De qué depende?
Difícil establecer algo generalizado, pero creo que tiene bastante que ver con nuestra tolerancia, nuestra paciencia, nuestra constancia. ¿Cuál es nuestro umbral para no perderla? ¿Cuánto tiempo sin lograr lo que queremos podemos sostenerla?
Ayuda mucho tener a nuestro alrededor personas que nos ayudan a no perder la esperanza, a que nos recuerden que ya lograremos eso que queremos, que tengamos paciencia. También ayuda a que tengamos paralelamente pequeños logros o alegrías que hagan que el camino a la meta no sea tan tedioso, a que nuestra angustia no pueda llegar a ser mayor a la esperanza, de manera que no la aniquile. Por eso es bueno buscar cosas que nos den placer, buscar que nuestro ánimo no decaiga haciendo aquello que nos gusta, mientras seguimos nuestro camino hacia la meta. Y siempre es bueno tener a alguien con quien compartir aquello que nos pasa, lo que sentimos, lo que pensamos. Y es importante buscar a la persona adecuada para ello. No queremos a alguien pesimista, a alguien que va a hacer que tiremos la toalla. Queremos a alguien que nos de fuerza, que haga que podamos atravezar esa caida y nos ayude a levantarnos, a seguir adelante. A alguien que nos estimule, que nos incentive a seguir.

No sé si "la esperanza es lo último que se pierde" pero no intentemos saberlo, no la perdamos.

Besos.