viernes, 4 de mayo de 2012

Incertidumbre

La incertidumbre, querramos o no, es parte de nuestras vidas. La cuestión es cómo la tomamos, qué hacemos con ella, cuánto nos molesta, nos afecta, y cuánta importancia le damos. Por suerte, en diferentes ocasiones nuestra incertidumbre nunca es igual. Tiene diferentes grados, y nunca nos juega igual.
Pero la mayoría de las veces deseamos que desaparezca, y ante la toma de decisiones importantes, la incertidumbre es grande. Cuanto más grande, más tiempo con nosotros, y cuánto más tiempo permanece, más ansiedad nos genera. Incertidumbre y ansiedad mala conjunción.
Esta dupla nos crea caos en nuestros pensamientos, sensaciones y sentimientos. Un alboroto en nuestras emociones. La autoestima baja y sube constantemente y todo pende de un hilo. Y como no somos malabaristas, tenemos la sensación de que nos vamos a caer en cualquier momento.
Tenemos que saber que a pesar de todo, la incertidumbre no dura para siempre. Aunque en el momento que se presenta y mientras dura, no es algo agradable, tratemos de tener en mente que lo importante es atravesarla y llegar a resolver, solucionar, decidir, o simplemente saber el "final". Como todo, la incertidumbre también es pasajera.
Besos,

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