Limpiar, ordenar, regalar

¡Hola! Hoy quiero compartir una cosa que cada vez que lo quiero hacer me da mucha fiaca, me cuesta horrores. Estoy hablando de un órden de placard. Por órden me refiero, no sólo a que quede ordenado, sino también a decidir cuáles son las prendas que sabés que no van más y que sólo están ocupando lugar en el placard, ya sea porque no lo usas hace rato, porque nunca lo usaste pero te lo regaló alguien a quien querés mucho, porque es lindo, porque . . . Siempre hay alguna excusa para que se quede ahí. Pero son eso, sólo excusas.
Y cuando por fin tomamos fuerza y decidimos hacer el trabajo y empezamos a sacar todas las prendas del placard no lo podemos creer. ¿Todo eso tenemos que ordenar? ¿No vamos a terminar más? Pero fuerza, empecemos, aunque cueste. Les voy a dar un consejo que logra que a mi se me haga más fácil. Sacar la ropa por partes y nunca ponerlas sobre la cama, porque si te cansas o se hizo tarde y querés seguir al otro día no vas a tener donde dormir.
Entonces vamos por parte, por ejemplo, primero las remeras manga corta. Ponemos por un lado las que de una vamos a regalar, por otro las que sabemos que quedan y por otro las que no sabemos. Entonces, primero despejemos lo más fácil. Doblamos prolijito lo que vamos a guardar. Cuando vemos ordenada esa parte, esa primer parte, nos quedamos fascinados y nos motiva un poco.
Segundo, ponemos en una bolsa lo que es para regalar. La dejamos cerca y por las dudas dos o tres más para ir poniendo todo. Y por último lo que nos tiene indecisos, probarse, mirarse al espejo, etc. y decidir si guardar o regalar.
Así seguimos con el resto por partes. No hace falta todo el mismo día, pero tener en cuenta que cuanto más rápido lo terminemos nos vamos a sentir mucho mejor. Porque pasa eso, cuando todo este ordenado y cuando hayamos regalado todo y haber hecho feliz a otras personas, nos sentimos genial. Es algo inexplicable, nos hace sentir felices. Prueben y cuenten cómo se sienten.