miércoles, 14 de julio de 2010

El Senado Trabaja

Hoy se está llevando a cabo el debate sobre la Ley de Matrimonio Homosexual en el Senado de la Nación. Desde alrederor de las dos de la tarde que está cada senador exponiendo sus argumentos, ya sea a favor o en contra de su aprobación. Pidieron la palabra 49 senadores, pero el debate se alarga enormemente porque no se limitan al tema en cuestión. De todas maneras, da la sensación de que todo es un tema de palabras y conceptos. Parece que el cambio de conceptos en nuestras mentes no es tan simple. Y si buscamos otras palabras para denominar nuevas cosas, en lo que respecta a las personas, estamos discriminando.
Hay puestas muy interesantes y se nota que los senadores han estudiado el tema. Y cada uno desde su lugar, con mucho respeto, aunque no sé si se escuchan unos a otros, expone su opinión.

Escucharlos me lleva a retractarme de pensar que lo que tendrían que hacer es simplemente cambiar las palabras "hombre-mujer" por contrayentes o esposantes. Creo que es cierto, lo que muchos senadores dijeron que tienen que hacer una profunda revisión del Código Civil. Pero también es cierto que eso les va a llevar mucho tiempo (y mucho trabajo), y la demanda civil que están realizando los homosexuales tiene que ser automáticamente respondida. Por lo tanto, espero que resuelvan esta ley, llamese matrimonio civil o llamese union civil con el agregado de los derechos que están faltando. No importa cómo se llame (aunque a muchos sí), sino que todos, sean homosexuales o heterosexuales tengan los mismos derechos, pero no algunos, todos.

Estamos viviendo, como muchos medios lo exponen, un momento histórico. Un momento en que el debate de esta ley tiene que traer la revisión de muchos otros temas y por ende muchas otras leyes. Y no sólo digo que es histórico en cuestión de cambio de leyes, sino a nivel social. Porque además de ser sumamente importante que las leyes sean iguales para todos, no es menos importante que a nivel social y cultural se respeten estas leyes. Es muy importante que todos aprendamos a coexistir y a tener tolerancia con los otros, porque solamente de esa manera podremos vivir en paz.

Esperemos que nuestros gobernantes y legisladores, pero también nuestros compatriotas y conciudadanos entiendan que cada uno de nosotros podemos amar a la persona que elijamos. No a un hombre o a una mujer, sino a una persona, porque más allá de lo que hagamos con nuestra sexualidad somos personas.

Besos,

No hay comentarios:

Publicar un comentario