martes, 4 de mayo de 2010

Escuchemosnos

En entradas anteriores habíamos hablado de la importancia del diálogo en la literatura, del diálogo en la vida, de escuchar al otro, de pedir que nos escuchen . . . y en esta oportunidad lo importante que es escucharse a uno mismo.

Cuando hablo de escucharse a uno mismo, me refiero a muchas cosas. Por un lado están los deseos que uno tiene, sean a futuro o inmediatos. Y si tengo ese deseo, por más pequeño que sea, y puedo cumplirlo para mi, eso me hará feliz. Quizá no sea la felicidad eterna, pero en ese momento en que lo cumplo sí. Y ese pequeño momento al sumarse a otros, va haciendo que estemos de buen humor, contentos . . . felices.

Por otro lado está nuestro cuerpo. Esa maravillosa estructura que funciona de mil maneras, con todos sus engranajes y mecanismos para que nosotros podamos hacer todo lo que hacemos día a día. Y cuando nos sentimos mal, nos duele algo, es importante que escuchemos lo que esa señal nos está diciendo.

Muchas veces no sabemos lo que significan esas señales y consultamos con un profesional para que nos ayude a entender lo que nos está pasando. Pero él no tiene toda la información que tenemos nosotros sobre nuestra persona y por las situaciones que estamos viviendo en ese momento. Por lo que creo que es importante consultar a un profesional y tratar de transmitirle lo mejor posible no sólo los síntomas físicos, sino decirle lo que nosotros entendemos que nuestro cuerpo nos está diciendo.

Es recomendable siempre tener un médico clínico de cabecera porque él va llevando nuestra historia y nos conoce un poco más que si vamos a uno una vez sola. Entonces busquemos un profesional, que más allá de ser un buen médico y saber lo que le compete, tengamos con él una buena comunicación, nos entendamos. De esta manera su ayuda y el resultado va a ser mucho más efectivo, que simplemente darnos un antibiótico o un analgésico.

Y creo que cuanto más escuchemos lo que deseamos, lo que queremos, y a nuestro cuerpo, viviremos mucho mejor: más felices y más sanos.

Ah! y no dejemos de escuchar a nuestra conciencia. Eso es muy importante.

Besos,

No hay comentarios:

Publicar un comentario