Originalmente el zoológico se encontraba en la Av. Libertador y Sarmiento, hacia el río, en terrenos del parque iniciado por Rosas. Se fue incrementando por la donación de numerosos estancieros que traían animales de sus campos. Como asesor tenía al zoólogo Carlos Berg. A partir de su primer director, el Dr. Eduardo Holmberg (1888 a 1904), el zoológico adoptó un carácter más científico y fue trasladado al terreno en donde se encuentra actualmente.
Holmberg fue muy respetado como director del Zoológico, lo llamaban "el loco de los bichos". Él pensaba que los animales debían habitar en edificios que respondieran a los estilooa arquitectónicos propios de sus países de origen. Y, siguiendo sus preferencias personales, se inclinó por las culturas orientales, y construyó entre otros, templos indiostánicos y pagodas japonesas.
Lo sucedió Clemente Oneli (1904 a 1913), un hombre de gran cultura. Como director de esta institución se dedicó al canje de colecciones zoológicas y llevó adelante el objetivo de cultivar el espíritu de la población acercándola al estudio de las Ciencias Naturales. Además, transformó el zoológico inspirándose en la estética de las villas romanas. Realizó importantes obras de embellecimiento, para lo cual contó con la colaboración de Carlos Thays, quien en 1905 plantó un conjunto de árboles, que incluía la Tipa, su árbol predilecto.
Lo sucedió Adolfo Holmberg (sobrino nieto del primero). Él también realizó importantes mejoras y fue el iniciador del sistema de supresión de jaulas, creando recintos donde los animales quedan separados del público por zanjas o fosos de seguridad. Estos son los elementos que marcaron de manera más relevante el singular carácter de este jardín, que luego pasó en concesión a una empresa privada, para su mantenimiento, ampliación y explotación comercial.
Esa es un poco la historia del zoológico. En otro post les contaré un poco de la arquitectura.
Besos,
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