sábado, 9 de enero de 2010

¿Guardar o tirar?


Luego de una semana de estar ordenando y tirando cosas en el trabajo, llegó el fin de semana y tocó hacerlo en casa. En el trabajo es más fácil saber qué guardar y qué tirar, pero cuando se trata de las cosas que uno tiene en la casa esa decisión de complica.
Desde muy chiquita tuve la costumbre de guardar todo: entradas del cine y del teatro o cualquier lugar donde te dieran una, folletos, postales (¿se acuerdan cuando empezaron a haber gratuitas en bares y restaurantes?), agendas, invitaciones, albumes de figuritas, notitas . . . todo papelito y papel que se puedan imaginar. Siempre tenía alguna razón para guardarlo.


Ni hablar de la ropa, que por suerte de chica la tenía a mi mamá que la regalaba. Pero con unos años más le prohibí que tocara mis cosas, porque eran mías. Y eso colaboró a mi tendencia acumulativa. Esa dificultad de desacerme de las cosas. De acumular todo.
Cuando me mudé a vivir sola tuve que tirar y regalar muchas de esas cosas, ya que no tenía tanto lugar como en la casa de mis padres. Y no es un "tuve" dicho con nostalgia. Era hora de hacerlo. Y aunque seguí guardando varias cosas, cada año eran menos.

Hace un par de años por ejemplo, tiré una caja entera de agendas. ¿Se acuerdan cuando eramos adolescentes que teníamos en nuestras agendas dibujos, frases, que escríbiamos día a día lo que hacíamos, etc.? Yo tenía guardada todas mis agendas desde 1989. Imaginense. Me costó mucho desacerme de ellas porque ahí tenía muchísimos recuerdos. Pero negocié conmigo misma y tiré

También todas las anteriores al 2000. Pero de esa fecha en más tuve muy pocas agendas, así que no quedaron tantas guardadas.

Los trabajos de la facultad. Tenía todos los trabajos, sean los prácticos que hacíamos durante el año, como los finales. Imaginense en 4 años de facultad todos los que tenía. Ahora salvo algunos que fueron muy importantes, que representarán el 1%, el resto fue al tacho.

Y ahora, año a año, hago una gran limpieza en casa. Pero siempre que llega la hora una se pregunta qué guardar y qué tirar. Hay cosas que cuestan más y otras menos, pero la idea es empezar el año con menos cosas; sin aquellas cosas que no sirven, que sólo juntan mugre, o con ropa que no usamos, sigue en nuestro placard y sabemos con otra persona le va a dar más uso que nosotros.
¿Ustedes guardan o tiran?

Besos.

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