¿Podrías Simplemente Escuchar?
- Cuando te pido que me escuches y empezás a darme consejos, es que no escuchaste mi pedido. - Cuando te pido que me escuches y empezás a decirme el por qué yo no debería sentirme de esta forma, estás metiéndote con mis sentimientos.
- Cuando te pido que me escuches y sentís que tenés que hacer algo para solucionar mi problema, estás errado aunque parezca extraño que así sea.
- ¡Escuchame! Lo que te he pedido es sólo que me escuches; no tenés que hablar ni hacer nada. Sólo escuchame.
- Dar consejos es simple; lo conseguís en cualquier diario o revista. Cuando hacés algo por mí que puedo hacer por mí mismo, sólo estás contribuyendo a mi sensación de miedo e inadecuación. Pero cuando podés aceptar el simple hecho de mis sentimientos, no importa cuan irracionales sean, entonces yo puedo parar mis intentos de convencerte y usar mi energía para explotarlo que hay detrás de mis emociones. Y cuando esto está claro, las respuestas son obvias y yo no necesito consejos.
- Los sentimientos irracionales tienen sentido cuando entendemos lo que hay detrás de ellos. A lo mejor es por eso que las oraciones a Dios funcionan, pues Dios es mudo y no trata de dar consejos o arreglar las situaciones. Dios escucha y te deja hacer tu trabajo.
- Por lo tanto, ¿podrías escuchar, simplemente? Cuando vos necesites hablar, yo te prometo estar aquí, procurando sólo escucharte.
Besos.
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