domingo, 24 de enero de 2010

Maravillas Campestres

Bajo el título Noche Estrellada, Fotoescape* organizaba un fotosafari a la localidad de Azcuénaga, una pequeña localidad rural ubicada en el partido de San Andrés de Giles, en la provincia de Buenos Aires, que cuenta con 357 pobladores.

La propuesta era hacer fotos tanto de día como de noche. Aprender a sacar fotografías nocturnas me había entusiasmado. Y ni que hablar poder capturar con la cámara el camino de las estrellas.

Al llegar nos sentamos en la plaza del pueblo a tomar una merienda. Se respiraba otro aire. Lo único que se oía era el canto de los pájaros.

Comenzamos sacando fotos allí en la plaza y en la iglesia que se encontraba en la misma. Las flores que se destacaban entre el verde de las plantas posaban para nosotros con su belleza inexplicable. Las sombras que nos ofrecían los árboles, nos permitían jugar y tomar fotos diferentes.

Luego caminamos por el pueblo esperando este nos revele sus misterios y fuimos a la estación. La que en 1880 dió nacimiento a Azcuénaga. La misma pertenecía al ramal que unía Luján con Pergamino. Pero hace alrededor de 22 años que el tren ya no pasa por allí. Sin embargo, la estación, el galpón, sus vías, los pastos crecidos . . . todo se nos revelaba ante nuestras cámaras fotográficas.

Con el paso de las horas ese maravilloso cielo repleto de nubes con diferentes formas, algunas blancas, otras grises (en diferentes tonalidades), fue cambiando. Nos instalamos en un lugar en donde teníamos la mejor vista para ver ponerse el sol y así capturar el esplendor del atardecer en el campo. Estaba muy nublado para ver la puesta del sol, pero igualmente pudimos capturar el cielo y sus nubes a medida que cambiaban de color hasta llegar a la oscura profundidad de la noche.

Ahí fue que aprendimos a pintar con luz. Sí, suena disparatado pero con la ayuda de linternas y punteros laser, y exponiendo más tiempo nuestras tomas logramos pintar con luz. De la misma manera que pudimos capturar las estelas de las luces de los autos que pasaban.

Luego de un rico asado en el restaurante del pueblo, que había abierto sus puestas, haciendo un impás en sus vacaciones, sólo para nosotros, volvimos a la estación, para esta vez poder fotografiarla a la luz de la luna.

El cielo estaba totalmente despejado. Su luna fue cambiando de blanca a anaranjada y sus estrellas brillaban en la oscuridad. Volvimos a la plaza, a la iglesia . . . A la luz de la noche todo se ve diferente.

Antes de volver a Capital nos alejamos del pueblo, para adentrarnos en plena oscuridad y así poder fotografiar los caminos que dejan las estrellas. Paramos la combi, todos acomodaron sus trípodes, prepararon sus cámaras y en ese momento se apagaron las luces de la combi, que eran las únicas que iluminaban y mientras las cámaras estaban capturando el camino de las estrellas, todos disfutábamos de una piña colada o una caipiriña.

Yo no pude tomarle fotos a las estrellas porque no tengo una cámara profesional, pero alguno de mis compañeros del fotosafari me pasara algunas de las que sacaron y verán lo maravillosas que son. Así que se las debo para otro post. Mientras pueden disfrutar de las que tomé yo.

Besos.


*Si quieren más información sobre Fotoescape pueden visitar su web: http://www.fotoescape.com.ar/

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