jueves, 7 de enero de 2010

Una de mis pasiones


Una de las cosas que más me gustan es sacar fotos. Recuerdo mi primer cámara: una pocket azul. ¿Se acuerdan de esas cámaras larguitas? ¿Se acuerdan de los rollos de 110 mm.? Con esa camarita comenzó mi pasión, y aunque no lo crean con ella saque montones de fotos muy buenas que después de tantos años me permiten recordar cosas que quizá sin ellas no me acordaría.


Porque las fotos, más allá de ser imágenes registradas en un momento determinado, encierran recuerdos, sentimientos, emociones . . . Son mucho más que una simple imagen, y más para la persona que la toma y para los que son fotografiados y los presentes en ese momento.


Mi segunda cámara, que en realidad no era mía sino de mis papás, ya era otra cosa. Una compacta de 35 mm. y automática. ¡Que avance! Ahora parece un vegestorio, pero en ese momento era LA cámara. Ustedes me entienden. La usé muchos años y saqué montones de fotos, registré momentos importantes tanto en mi vida como en la vida de mi hermana (que es la que me sigue), que la volvía un poco loca con las fotos, pero a ella le gustaba. Hasta que un día desapareció. En la familia nadie sabe qué pasó con ella, pero la cuestión es que ya no había cámara de fotos.


Las cámaras que siguieron no fueron muy importantes, pero sí me permitieron seguir registrando momentos. Hasta que ya más años, cuando empecé la facultad y mi pasión por la fotografía era más grande, me compré una cámara reflex. El padre de una amiga me acompañó a comprarla, porque como era fotógrafo me asesoró en la compra. Les hablo de una reflex analógica (con película), claro. Todavía las digitales eran algo muy nuevo, y ni que hablar de las reflex digitales, esas eran . . . algo desconocido.


Con mi nueva cámara, además de algunas materias de fotografía que tuve en la facultad, hice un curso en el que aprendí muchas más herramientas para poder utilizar a la hora de sacar fotos.


Un día me topé con un pequeño recuadro en un diario, sobre una persona que organizaba Safaris Fotográficos. Eso capturó mi atención y rápidamente me informé sobre el tema. Hay mucha gente que todavía desconoce lo que son, o piensan que son los que se hacen en África. Los Safaris Fotográficos son salidas o viajes que tienen con objetivo sacar fotos. No hace falta ir muy lejos para esto. Hay algunos que se hacen en el día, otros un fin de semana, otros una semana, etc.


La primera persona con la que salí a un Safari Fotográfico fue Marta Estrasnoy. Con ella fui a General Belgrano (Buenos Aires). Me encantó, no sólo por el hecho de conocer a mucha gente que compartía la misma pasión que yo, sino que a su vez un lugar, que no estando tan lejos de Capital era tan lindo. Estas salidas tenían un plus que era una reunión posterior y una muestra con una selección de fotos de la salida.

En la reunión posterior llevabamos las fotos y además de compartirlas con los compañeros de viaje, Marta nos hacía correcciones, nos daba consejos sobre cómo mejorar las tomas. A mi me enseñó mucho. (en algún post les contaré sobre una salida que hice con Marta, de la que nunca me voy a olvidar).


Más adelante conocí a otra persona que organizaba Safaris Fotográficos: Marcelo Gurruchaga. Con él los safaris eran de grupos más reducidos, pero con la misma dinámica. Compartí algunos safaris de los que organizaba Marcelo, e hice algún que otro curso con él también. En esa época estaba en la facultad y él me ayudó mucho con algunos trabajos que tenía que hacer. También con Marcelo aprendí muchísimo. Después empezó a hacer Safaris más largos a lugares más lejos y muy fuera de mi presupuesto. Pero que sería genial hacerlos.


Después los conocí a Diego Arranz y a Haydeé Reiris -Fotoescape. Para ese entonces ya tenía cámara digital. Con ellos hice salidas maravillosas, compartí asados de fin de año . . . Dos personas que me dieron la posibilidad de conocer a mucha gente que tiene la misma pasión por la fotografía como yo. Y también de conocer más lugares, que como les contaba antes, no están lejos de Capital y son muy lindos.

Los grupos que van a las salidas son muy heterogeneos: algunos van con la cámara compacta de 35 mm., otros con la compacta digital básica, y así hasta los que van con las reflex digitales. Pero todos con la misma pasión.


Todavía sigo haciendo Safaris Fotográficos, y sacando fotos en todo momento que se preste. Porque me encanta y creo que es la mejor manera de registrar esos momentos, sean especiales o no. Puede ser porque simplemente me guste algo, o al contrario, me parezca horrible. Nunca faltan motivos para sacar fotos. Y luego con sólo mirar la foto, lo recordaré y reviviré.


Si alguno está interesado en hacer algún Safari Fotográfico o algún curso, acá les copio los links:






Mi consejo: ¡SAQUEN FOTOS, MUCHAS FOTOS!


Besos.


1 comentario:

  1. Hola Pau !!!
    Gracias por incluirnos en tus experiencias fotográficas. Nos ha vinculado a ambos, los viajes y las fotos ... en los fotosafaris uno se acerca a amigos que tienen esos mismos intereses y sumamos el aprendizaje de fotografía en la toma fotográfica (aunque a veces se impongan los asaditos, las empanadas, etc ,,,jaja).
    Un Beso !!!
    H&D
    Haydée y Diego FOTOESCAPES
    www.fotoescape.com.ar

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